Puig sí debe ir al Juego de Estrellas

A Jonathan Papelbon no le parece que Yasiel Puig tenga la más remota posibilidad de ir al Juego de Estrellas de este año como uno de los jardineros de la Liga Nacional.

 

Bueno, por votación Puig no tuvo chance, ya que recordemos que apenas tiene un mes en las mayores.

 

Y es precisamente éste el punto que esgrime despectivamente Papelbon al catalogar de “broma” la opción de Puig de ir a City Field por escogencia del mánager de la Liga Nacional, Bruce Bochy, y sus técnicos. El cerrador de Philadelphia dice que “apenas tiene un mes en las mayores… es realmente lo que sucede en el béisbol cuando... para mí realmente es una injusticia contra los jugadores veteranos que llevan ocho, nueve, diez o más años en el deporte. En cierto modo es una injusticia, ya que han trabajado duro para llegar ahí".

 

El frenazo del derecho cuando dice “es realmente lo que sucede en el béisbol cuando…” pudo haber sido obligado debido a la torta que iba a poner al, quizás, completar la frase con “le das el poder de votar a los fanáticos”.

 

Pero más allá de eso, cabe la pregunta: ¿Cuánto tiempo es suficiente para merecer ir al Juego de Estrellas?

 

Arranquemos por lo básico y quizás tonto.

 

El Juego de Estrellas se lleva a cabo cada año. La votación se inicia aproximadamente un mes y medio antes del juego con que, en teoría, se evalúan y escogen a los jugadores más destacados de la primera mitad. Porque si fueran los más sobresalientes del momento, la generación o cualquier lapso de tiempo que usted considere, pues, serían siempre los mismos. Por ende, el argumento de Papelbon de que “es injusto que hayan jugadores que llevan años esforzándose para estar allí para que venga un novato a quitarles el puesto” es insensato.

 

A ese juego van, sin más, los mejores jugadores electos por votación, o bien, los más populares por su carrera o los más impresionantes por su actuación en cada temporada.

 

Ahora, la historia también le mete el dedo en la nariz al cerrojo de los Phillies, ya que, otros nombres importantes ya han sido electos al clásico de mitad de temporada con poco tiempo de haber sido subidos. Mencionemos sólo dos nombres para no extendernos mucho: Fernando Valenzuela y Mike Trout.

 

El guardabosques de Anaheim debutó 3 días antes del Juego de Estrellas de 2011, participando en 40 juegos y Valenzuela en septiembre de 1980, estando en apenas 10 juegos esa temporada.

 

Ambos fueron electos al Juego de Estrellas en su siguiente zafra, sí, obviamente cuatro meses son más que uno, pero es menos tiempo que los “años esforzándose para…” que argumenta Papelbon.

 

El propio Papelbon fue seleccionado teniendo menos de un año en las mayores, no una exitosa carrera como exige que cuenten los convocados de ahora… tenía meses apenas.

 

El colega Enrique Rojas escribió en su blog http://espndeportes.espn.go.com/blogs/index?entryID=1841041&name=enrique_rojas&cc=3888 que Valenzuela tuvo mejores números que Puig en sus primeros 30 días en la temporada de 1981 (7-0, 0.28, 7 completos, 5 blanqueos, 12 BB, 61 Ks, en 7 juegos) lo que fue factor importante para que fuera al Juego de Estrellas de ese año. Pero lo del cubano no se queda atrás: .443, 8 HRs, 6 H2, 1 H3, 4 BR, 17 RBIS, 21 anotadas en 27 juegos en sus primeros 30 días en las mayores.

 

Además, el impacto que ha tenido el jardinero en Los Ángeles ha sido suficientemente importante como para que los Dodgers estén peleando la punta de la división Oeste de la Nacional. Su subida fue casi obligada debido a la lesión de Matt Kemp y a lo delicado que venía estando Carl Crawford quien luego del debut de Puig fue colocado en lista de incapacitados. La gerencia de los azules se vio obligada a madurar arriba a uno de sus principales prospectos que pareciera que llegó para cambiarle la cara a la novena.

 

Puig no pudo pelear los primeros puestos en la votación al Juego de Estrellas debido al poco tiempo que tiene en Chavez Revine, pero sí, no debería negársele la oportunidad de estar allí ya que todos los ojos del béisbol están pendientes de lo que ha sido su exagerado debut y la fanaticada se ha puesto a sus pies.