lunes, 25 de junio de 2012

El chamo Vizquel

Miami.- Chuletas de cochino, frijoles, mango, son algunas de las cosas que Omar Vizquel almorzó en el vestidor del Marlins Park antes del primer encuentro entre Toronto y Miami.

“Hay que aprovechar, esto no lo ves en muchos clubhouses”, dijo el venezolano once veces guante de oro.

El criollo ha dado siete imparables en los últimos once juegos en los que ha participado, dejando promedio de .315, pero pese a ello, Vizquel lamenta el escaso tiempo de juego que ha tenido con los canadienses: “sí he dado unos hitcitos por aquí o por allá, pero este período de tiempo que paso en el banco la verdad que afecta bastante, se ha hecho largo entre un juego y otro… a veces paso hasta 12 días sin jugar”. Esto lo ha llevado a ratificar su decisión, Omar Vizquel jugará hasta el 3 de octubre, cuando los Azulejos reciban en el Rogers Centre a los Mellizos de Minnesota, descartando de plano cualquier intención de intentar volver a uniformarse como jugador activo.

“Hasta aquí llegué, ya la mente y el cuerpo me dijeron que hasta aquí podía jugar, me siento bien físicamente pero mentalmente ha sido difícil superar todas esas cosas que han afectado mi oportunidad de jugar más a menudo… yo creo que es hora de empezar una nueva profesión”, comentó serenamente el venezolano que suma 2 mil 699 juegos en el campo corto y que en los últimos años ha pasado por todo el infield y una vez en los jardines.

Esto lo ha llevado a enfocarse en el que desea sea su nuevo rol una vez cuelgue su fiel guante de etiqueta dorada. No es un secreto que Vizquel desea ser mánager y no tiene predilecciones en cuanto a cualquier organización.

Orgulloso de su carrera

 Hasta el juego del sábado, Vizquel ha participado en 2.938 choques en 23 temporadas y dos meses, tiempo que le ha dado la oportunidad de cumplir con creces el sueño que tenía desde que era un infante: “esto ha sido bellísimo, este era el sueño que yo quise hacer realidad desde que estaba en Criollitos, nunca imaginé que el destino me llevara a donde me ha llevado… no me arrepiento de nada, le entregue mi cuerpo y alma al terreno y al juego de beisbol… he tenido suerte, he trabajado, Dios me ha dado la dicha de lograrlo y mi carrera la dedico a mis padres y a los fanáticos que me han apoyado” indicó.

Al comenzar la temporada 2012 de las grandes ligas, Vizquel sumaba 22 mil 130 días de servicio, lo que lo remonta a la zafra de 1989 cuando debutó como campo corto oficial de los Marineros de Seattle.

La diferencia entre aquel Vizquel y el de ahora no es mucha, más allá de algunos claros en la cabellera del criollo. La actitud es la misma, la energía es la misma de aquel muchachito dando sus primeros pasos, quien no supiera de su historia podría pensar, al verlo en el terreno, que es un novato buscando cupo en el equipo, ya que es uno de los primeros en salir a practicar, siempre anda sonriente, está siempre activo, enérgico y no pierde una oportunidad de hacer malabares con los batazos que dan a sus predios, incluyendo su eternamente practicado fildeo de rollings con los pies.

“Estoy disfrutando desde la primera vez que me dieron la oportunidad de jugar… hay algo que se llama el lenguaje corporal y uno confunde si el pelotero está disfrutando su momento… yo aprendí desde pequeño que la manera de tomar el campo de juego demuestra qué tan feliz estás o si quieres jugar ese día y eso lo he tratado de hacer en mi carrera”, explicó.

Charles Nagy es el actual coach de pitcheo de los Cascabeles de Arizona, compartió con Vizquel por varios años con los Indios de Cleveland y da fe de esa energía que tiene el caraqueño: “Es un don que tiene lo que le permite hacer lo que hace… sus manos, sabe jugar, tiene tanta energía que te arropa y da gusto jugar con él, tiene más energía que mi hijo de 12 años, siempre anda corriendo por ahí… es un renacentista moderno ya que pinta, toca los tambores, tiene una línea de ropa, hace de todo, es uno de los mejores que ha jugado béisbol”.

Tan eléctrico se mantiene que durante el juego del pasado viernes tomó una mascota y salió a calentar a Ricky Romero en la mitad del sexto inning mientras J.P. Arencibia terminaba de ponerse los aperos.

Números lejanos y cercanos

Sólo 8 jugadores en la historia de las mayores han llegado a los 3 mil juegos jugados, a Vizquel le faltarían 62 para alcanzar esa cifra. La marca de los 3 mil hits está más lejos, pues suma 2 mil 854 imparables.

Sin embargo, un dato que el propio Vizquel desconocía es que le faltan apenas 19 imparables para igualar a Babe Ruth. Sorprendido, comenta que “no puedo decir lo que significa estar a 19 hits del hombre que inventó el béisbol… es un pelotero inolvidable y estar envuelto en esa categoría me da orgullo, es difícil de creer, da risa porque la gente lo reconoce a uno como un pelotero defensivo y cuando se habla de hits se habla de Ruth, de Jackie Robinson, de Derek Jeter, Ted Williams, Harold Baines, es increíble que a pesar de que yo no bateo, como dice la gente, esté cerquita de legendarios del beisbol”.

Precisamente, un legendario del béisbol, Luis Tiant dio a conocer su impresión sobre Vizquel: “es un fenómeno, mira todos los años que ha jugado y ha jugado bien, él ha sido constante, sólo que ahora no lo ponen a jugar pero ahí sigue dando líneas y las agarra todas en tercera, él es un Salón de la Fama, él se lo merece”.

Por lo pronto, cada día que pase de esta temporada, cada juego, cada turno, cada rodado capturado por su guante, cada récord, se estará despidiendo uno de los mejores, el chamo Omar Vizquel.



Publicado en El Universal el 24 de junio de 2012
http://www.eluniversal.com/deportes/beisbol/120624/vizquel-no-doy-mas

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