Miami.- Uno de los nombres que está escrito en la historia de los 70 años de los Leones del Caracas es el de Dave Hudgens.
Alabado por muchos, criticado por algunos, Hudgens es el mánager que le ha dado hasta ahora el último título de campeones a la divisa, el de la temporada 2009-2010, en la final ante los Navegantes del Magallanes.
“Fue una época emocionante, me divertí mucho dirigiendo en Venezuela”, indicó el actual coach de bateo de los Mets de Nueva York.
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| Hudgens evalúa a sus discípulos en los Mets |
Con la serenidad que lo caracterizó con los capitalinos y con una sonrisa en el rostro, Hudgens recuerda que aquellas temporadas al frente del equipo más ganador en la historia del béisbol venezolano “significaron mucho, fue una gran experiencia para mí y mi carrera, me encantó estar allá… es algo que nunca olvidaré”.
El mejor recuerdo de su época como mandamás de los melenudos viene de la final ante los Navegantes, aquel cuarto juego en el que Gregor Blanco le sonó cuadrangular a Francisco Rodríguez para que luego Jackson Melián dejara en el terreno a los turcos 10 carreras por 7 y así igualar la serie para posteriormente obtener el título.
Como la mayoría de los jugadores y técnicos nacidos y desarrollados en Estados Unidos, Hudgens reconoce la diferencia entre el público que va a los estadios en grandes ligas y los que van a los parques en Venezuela: “allá los fanáticos están metidos en el juego, son apasionados del beisbol, les encanta”, señaló. Sin embargo, pese a lo acalorada de la tribuna y de lo intensas que pueden ser las pasiones por parte de los fanáticos venezolanos, Hudgens aseguró que nunca sintió presión: “sabes que tienes que ir un pitcheo a la vez, sólo me divertía, ni siquiera en los Caracas-Magallanes sentí presión, porque una vez que ves a los muchachos jugar te diviertes viéndolos jugar y eso es todo, es sólo béisbol”, acotó.
También guarda con buen recuerdo la plantilla de jugadores que dirigió y que fue uno de los equipos más dominantes de la temporada: “tuve la fortuna de ser parte de ese equipo, de estar allí cuando teníamos buenos jugadores, cada uno se esforzó para lograr el título, les gustaba jugar duro, son inteligentes… en Venezuela tienes que ganar cada juego, eso es lo divertido, lo único que importa es ganar, si no ganas te vas a casa”, indicó.
Giras anecdóticas
Durante su pasantía con el Caracas, aprendió que el ritmo de trabajo en Venezuela es muy distinto al de las temporadas en Estados Unidos: ir al estadio, practicar, jugar, tomar el autobús para viajar a la siguiente ciudad, en el interín hacer una parada para comer y llegar de madrugada al hotel, dormir unas horas e ir al estadio a repetir la faena y así por varios días quizás.
“Una de las cosas que me impactó en algunas ciudades es que luego de cada juego tenías que enfrentarte a la ducha fría… claro, si había agua era fría, pero es parte de las cosas a las que uno se debe acostumbrar”, dijo.
En relación a la organización destacó el profesionalismo de todo el personal vinculado al equipo, en todos sus niveles: “siempre el equipo de seguridad estaba pendiente de todo, recuerdo que en una gira creé mi cuenta de Twitter y en un viaje el autobús iba muy rápido, puse en la red que el chofer iba como a 100 millas por hora y enseguida vino un chico de seguridad y preocupado me preguntó si había algún inconveniente con la velocidad… recién había creado mi cuenta de Twitter y pues, sorprendido por la rápida reacción de ese muchacho le dije que me había equivocado y que iba era a 100 kilómetros por hora”.
Hudgens no pudo seguir dirigiendo a los capitalinos debido a su promoción como coach de bateo con Nueva York, lo que iba a complicar su presencia en la LVBP debido a las múltiples reuniones y eventos que demandaría su nuevo rol con los Mets, sin embargo, su paso por el Caracas dejó una marcada huella de los éxitos más recientes de la divisa.
Publicado en El Universal el 14 de mayo de 2012
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