Miami.- Cuando
uno se independiza de sus padres, una de las primeras cosas que le dicen es que
uno debe prepararse para el retiro.
Buscar un
fondo de pensión o jubilación, ahorrar para ese momento en que el cuerpo ya no
deje al espíritu hacer lo que quiere cuando quiera. En el deporte profesional
sucede igual, el objetivo de acumular suficiente para los años después está
siempre presente. Por ello, muchos jugadores a veces aceptan contratos que
suenan pequeños al lado del posible dinero que podían recibir si esperan uno o
dos años.
Los
managers, coaches y agentes tienen la misma mentalidad, es algo normal en
cualquier deporte. Pero desde este domingo, una alternativa novedosa parece
asomarse para recibir buen dinero sin trabajar mucho, incluso, colgando el
uniforme antes del final del contrato garantizado… y es ser técnico de los
Miami Marlins.
Veámoslo
así, ¿a usted le gustaría tener un trabajo, y que en cualquier momento lo
manden para su casa por el resto del contrato con todos los beneficios y sueldo
garantizado?
Como para
pensarlo, ¿no?
Ese es
el caso de al menos los últimos dos mánagers de los peces, Oswaldo Guillén, y
ahora Mike Redmond… y quizás el nuevo mánager que designen este lunes 18 de
mayo de 2015.
Guillén
sigue cobrando hasta el final de esta temporada, y Redmond había renovado
contrato hasta el 2017.
Además,
el equipo del sur de Florida también le está pagando el remanente del contrato
al ex Gerente General, Larry Beinfest, quien fue despedido al culminar la
temporada 2014.
Entonces,
son tres ex empleados que siguen recibiendo su jugoso cheque cada quincena sin
generar ni siquiera un impulso eléctrico de sus músculos en favor de la novena
de la pequeña Habana.
Y es que
ha sido una tendencia desde el año 2006 en la franquicia, pues desde esa temporada,
han pasado siete managers (Joe Girardi, Freddi González, Edwin Rodríguez,
Brandon Hyde, Jack McKeon, Oswaldo Guillén y Mike Redmond) y únicamente McKeon
en 2011 no recibió la visita de David Sampson y compañía para pedirle que
recogiera sus pertenencias y limpiara la oficina.
Ojo,
McKeon era el tercer manager del equipo esa temporada y tras dejar balance de 40-50
anunció su retiro, dejando con las ganas a Jeffrey Loria.
Ahora,
Redmond deja el equipo con 16 ganados y 21 perdidos esta temporada, en el cuarto
lugar de la división, a seis juegos de la punta, con 3 y 7 en los últimos 10 y
casi adornado con un nohitter de Shelby Miller que de no ser por Justin Bour
hubiese puesto las maletas de Redmond en la puerta del estadio antes de que
entrara al clubhouse de regreso del terreno.
Antes
del arranque de la temporada, muchas expectativas giraron en torno al equipo
tras la adquisición de Martín Prado, de Dee Gordon, la extensión de contrato a
Giancarlo Stanton, el regreso de José Fernández. El equipo tenía nuevas caras
que lo ponían a competir, en teoría, con Washington por la punta de la
división.
Redmond
no es responsable de la lesión de Henderson Álvarez, ni del pésimo arranque de
Matt Latos ni de Steve Cishek. Tampoco lo es de los descomunales jonrones de Stanton o del tremendo arranque de Dee Gordon.
Sencillamente
estaba poniendo las piezas con que contaba y que serán las mismas para quien
venga.
Stanton
había dicho semanas atrás que “no había chispa en el equipo”, y los ojos de
todos voltearon a la oficina de Redmond, a lo que la directiva salió al paso garantizándole
el trabajo al estratega.
Moraleja,
si le dicen que su trabajo está asegurado, empiece a actualizar el currículo.
Por lo
pronto, Redmond estará tranquilo en su casa, compartiendo con su familia y
recibiendo el jugoso sueldo que le garantizaron los Marlins hasta el final de
2017, algo que le dará mucha tranquilidad para su retiro cuando le venga.
Publicado el 18 de enero de 2015 en ESPN Deportes Miami
http://espndeportesmiami.com/miami-el-nuevo-plan-de-retiro-de-mlb/
Publicado el 18 de enero de 2015 en ESPN Deportes Miami
http://espndeportesmiami.com/miami-el-nuevo-plan-de-retiro-de-mlb/
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