Miami.- Faltaban 25 minutos para el inicio de la rueda de prensa de presentación del nuevo mánager de los Marlins de la Florida, pautada para la 1:00 de la tarde. En las afueras del Sun Life Stadium había 4 móviles de televisión listas para transmitir en vivo no el último juego de los peces en la que ha sido su casa desde su creación, sino otra etapa.
El salón de conferencias donde se iba a hacer la presentación ya contaba con 8 cámaras de televisión instaladas y unos seis periodistas estaban tomando asiento para esperar las primeras palabras del próximo estratega del equipo del sur de la Florida.
El reloj digital colocado sobre una de las puertas marcaba las 12:46, el Gerente de Transmisiones de los peces, Emanuel Muñoz, pedía colaboración a los presentes ya que iba a haber transmisión en vivo de parte del canal oficial de los Marlins. Un breve paneo nos llevó a contar hasta 12 cámaras de televisión, 4 periodistas de radio y no menos de 30 colegas de medios impresos e internet. “Cuando presentaron a Jack McKeon no había ni la cuarta parte de periodistas que hay hoy y de casualidad habrían dos cámaras de televisión” comentó uno de los colegas en referencia del revuelo generado en torno a la presentación de Oswaldo Guillén como nuevo mánager del club.
Faltan 2 minutos para la hora convocada, comienza la transmisión en vivo y el presentador anuncia “hoy es el último día de los Marlins en este parque pero hoy también hay ‘noticias de último minuto’ pues el equipo tiene nuevo mánager”. Entre el tumulto de gente de pie en uno de los pasillos se ve pasar la silueta de una dama, elegante en su presencia, blusa verde, pantalón blanco, piel canela, definitivamente era venezolana, detrás de ella se asomó un hombre que al sortear los trípodes de las cámaras confirmó la presencia de la estrella del día, Oswaldo Guillén.
Guillén se sentó en la mesa junto a Jeffrey Loria, propietario de los Marlins, Dave Samson, Presidente y Larry Beinfest, Gerente de Operaciones de Béisbol. Vestido casual, con jeanes y una geográficamente apropiada guayabera rosada con rayas blancas el mirandino saludó a los presentes mientras Loria daba la bienvenida diciendo que “comienza una nueva era en el equipo”.
Loria (der) dió la bienvenida a la nueva era de los Marlins
“Todo en la vida es tiempo… después de concretar con Jerry (Reinsdorf, de los Medias Blancas de Chicago) debo decir y véanlo en mi cara que estoy muy feliz” indicó Loria quien no es muy conocido por demostrar cualquier tipo de emoción más allá de una rabieta.
Guillén tomó la palabra a los pocos segundos. Durante casi todo su discurso su rostro tenía la mirada baja, el cansancio o la falta de sueño era evidente: “Las cosas han pasado tan rápido desde que salí del estadio en Chicago hasta llegar aquí y estar con ustedes hoy… quiero que los fanáticos se sientan orgullosos del equipo, que no vengan a ver a Oswaldo Guillén ni sus pataletas en el dugout, ni que la novedad sea el nuevo estadio, quiero que se identifiquen más con este equipo y que vengan a ver a estos muchachos”.
El venezolano habló por 10 minutos y anunció que repetirá a Randy St. Claire como coach de lanzadores; a Eduardo Pérez, bateo, y que Joey Cora estaría con los Marlins también: ”Bueno, no estoy imponiendo a Joey (Cora) pero sí quiero que esté aquí” comentó en el primer momento de risas del día.
Guillén indicó que espera que sus jugadores se entreguen por completo en el terreno y que así él tendrá argumentos para defender sus actuaciones ante cualquier pregunta o crítica: “Yo vengo a ser mánager, no a jugar, los que juegan son ellos”, aseveró.
El presidente de los Marlins, Dave Samson, explicó la intensidad vivida en los últimos días por la gerencia: “las conversaciones las iniciamos el domingo pasado y fue este martes a las 10:48 de la noche, después de haberlo llamado 5 veces esa noche que logramos un acuerdo”.
Por último, Beinfest hizo el recuento de las palabras de Guillén a lo largo de los 40 minutos de la conferencia de prensa: “Ok, ¿entonces tú quieres 25 jugadores, a Joey Cora aquí, y que te culpemos a ti? Perfecto, estoy tomando nota”, para provocar una nueva ronda de risas con la que se oficializó la era de Oswaldo Guillén en el sur de la Florida.
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