Miami.- La temperatura rebasa los 32 grados centígrados, pero la humedad da la sensación de haber corrido un maratón sin apenas haber movido un dedo. En esas condiciones finaliza la práctica de os Marlins de la Florida previa al encuentro ante los Bravos de Atlanta en el SunLife Stadium hace un par de días.
El segunda base de los Marlins, el venezolano Omar Infante, comentó que se le han hecho largos los días a la espera de finalizar los juegos en la actual casa de los peces, ya que considera que el parque que sirve también de sede para los juegos de la NFL tiene poco ambiente de béisbol. "Hace demasiado calor aquí y aparte, nadie viene a ver al equipo..."se desahogó el anzoatiguense.
Esa incomodidad de jugar en casa es evidente al comparar sus números como local y en la carretera, con un diferencial de casi veinte puntos por encima cuando están de gira.
“También arranqué mal la temporada pero gracias a Dios he podido levantar esos números… ha sido una temporada difícil ya que no he sido consistente”. El camarero de Florida tuvo en la primera mitad un promedio al bate de .251, siendo el mes de abril el peor de la actual zafra promediando para .238 con .589 de OPS.
De ese mes en adelante sus números han ido ascendiendo, mientras que su defensa ha estado entre las más destacadas del viejo circuito. El mánager Jack McKeon tuvo palabras de halago para el venezolano al decir que “Infante es uno de los mejores segunda base de la liga, lo ha demostrado todo el año, es un verdadero profesional”.
Incluso sus rivales han tenido palabras de elogio para con él. En el primer encuentro de la serie ante Atlanta, Infante cometió un error que complicó las acciones para los Marlins. Al día siguiente, Eric Hinske (OF de Atlanta), se quejó de las condiciones del terreno ya que el domingo anterior hubo juego de la NFL en el SunLife Stadium, e indicó que “el terreno está igual al campo en que yo jugaba en bachillerato, vuelto un desastre… Imagínate que hasta (Omar) Infante cometió un error, es porque el terreno quedó muy mal después del juego de los Dolphins”
Una temporada larga para los Marlins
El conjunto del sur de la Florida ha tenido muchos altibajos en la zafra 2011. La renuncia del mánager Edwin Rodríguez a mediados de campaña, la lesión de Josh Johnson que lo alejó del montículo casi todo el año, la ausencia de Hanley Ramírez por problemas en su hombro derecho y más allá de lo deportivo, el despido de Mike Cameron por un “impasse” con una aeromoza en un vuelo que traía al equipo desde Pittsburgh y más recientemente la colocación en lista restringida del cerrador Leo Núñez por presunta falsificación de documentos.
Infante resumió lo vivido: “Ha sido un año muy difícil, las lesiones de los peloteros nos complicaron las cosas… Hacen falta dos pitchers abridores que nos ayuden pues estamos en una división difícil con Philadelphia y Atlanta que son tremendos equipos… Nosotros tenemos un buen line up, con talento y sí tenemos dos buenos lanzadores que se le sumen a (Josh) Johnson, (Ricky) Nolasco y Aníbal (Sánchez) nos va a ir mejor”, sentenció.
Mientras tocaba el punto de las lesiones, otro venezolano, Aníbal Sánchez, pasaba rápidamente a un lado y se detuvo para decir entre risas “¿Lesiones? ¡Sólo a ti se te ocurre lanzarte de cabeza a buscar un rolling con las dos manos adelante!”, en relación a la jugada que terminó rompiéndole el dedo medio de la mano derecha ante batazo de Skip Schumaker el pasado 4 de agosto.
Quisiera jugar con Caribes, pero...
El infielder no está negado completamente a jugar en Venezuela, pero su prioridad es firmar un contrato al finalizar la presente campaña ya que es elegible para la agencia libre: “prefiero firmar primero para luego pensar en jugar allá, siempre he querido jugar, pero por ejemplo el año pasado los Marlins no me dejaron. Incluso me puse varias veces en el roster pero no pude ayudar a Caribes”.
Habrá que esperar entonces para ver concretada la posibilidad de que se uniforme con los indígenas. Ya los Marlins le hicieron una oferta hace unos días, la cual rechazó en primer momento a la espera de que se mejoren las condiciones una vez finalizada la temporada.
“Me encanta jugar en Venezuela, allá las cosas son diferentes, la fanaticada es más alegre, le apasiona más el juego, te gritan todo el tiempo y eso es bueno para uno… aquí vienen muchos latinos pero no es lo mismo”.
El camarero espera mantenerse en Miami, pues la novedad del nuevo parque de los Marlins será un atractivo para los jugadores y los fanáticos. Para los primeros, porque no tendrán que sufrir los embates de las altas temperaturas del sur de la Florida, y para los segundos, porque finalmente el equipo de la casa jugará en Miami y no en la frontera del condado.
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