Miami.- Los Nacionales de Washington, el mejor
equipo de la Liga Nacional, visitaron el Marlins Park, los peces volvieron de
una larga gira de once encuentros por la costa oeste, Giancarlo Stanton fue
galardonado como el “Pelotero de la Semana” tras dar 8 vuelacercas en la
carretera recientemente, Stephen Strasburg, para muchos el mejor lanzador del
joven circuito, abrió la serie ante DC, sin embargo, la casa de los Marlins
siguió bajando su asistencia.
Para el juego ante el eventual Cy Young de la
Nacional, se vendieron 24 mil 877 entradas, lo que, valga la acotación, no
quiere decir que esa misma cantidad de personas hayan ingresado al parque, los
grandes claros en la tribuna demuestran la cuantiosa valía económica y numérica
de los abonos vendidos en pretemporada.
Pese a ser una sede nueva, con muchas
novedades, la casa de los peces pasó en cuestión de meses de estar entre las
primeras en asistencia a ser la número 14 de toda la liga, sólo mejor que San
Diego y Houston.
Aunque vale la pena decir que Miami tiene un
público muy peculiar, pues pese a abandonar el apoyo a los Marlins desde junio,
dos días después de la primera gran transacción (que envió a Aníbal Sánchez y
Omar Infante a Detroit por jugadores jóvenes el 25 de julio), el Marlins Park
logró su mayor asistencia en lo que va de año con 36 mil 711 entradas vendidas.
Casualmente la misma fecha en que se anunció que el jugador más importante del
club para el momento, Hanley Ramírez, era enviado a los Dodgers de Los Ángeles.
De ese momento en adelante los Marlins no han
logrado alcanzar la meta de 29 mil entradas vendidas para un parque con
capacidad para recibir a 37 mil fanáticos.
En las
tribunas se ven muchos grupos familiares, muchas banderas de Venezuela, camisas
y gorras con el tricolor, los cuales son enfocados constantemente en la
pantalla gigante ubicada en lo alto del center-right, en los pasillos del
“Promenade” o pasillo principal se ve constantemente a fanáticos sacándose
fotos ante cualquier punto visualmente atractivo, lo que lleva a pasar por la
mente la idea de que, quizás, el Marlins Park se ha vuelto un estadio para
turistas.
Quedaron en el pasado los 3 minutos
habilitados por la página web de los Marlins para pelear por una entrada para
la serie de pretemporada ante los Yankees de Nueva York, o para el juego
inaugural ante los Cardenales de San Luis.
Ni los Phillies de Philadelphia, ya con Ryan
Howard y Chase Utley en el roster pudieron levantar los números en Miami. De
hecho, la mejor asistencia de esa serie entre el 13 y el 15 de agosto fue de 23
mil 879 boletos vendidos, con muchos de los fanáticos vistiendo camisetas de
los cuáqueros.
Probablemente decir que 23 mil boletos
vendidos de 37 mil puede ser un número positivo sería lógico. Pero en un
estadio nuevo, más allá de la inversión hecha en jugadores durante la
pretemporada, con las novedades de ver béisbol sin tener que llevar el paraguas
en la mano podría ser suficiente razón para mejorar esos números sin lanzar los
paquetes de 50 dólares que incluyen 4 entradas, y snacks.
Una rápida comparación muestra que los
Cerveceros de Milwaukee, fuera de carrera en el Centro de la Nacional, con un
estadio nuevo pero no recién estrenado, promedian 34 mil 971 boletos vendidos
por juego.
“Este es mucho estadio para esta ciudad”, dijo
un técnico del equipo que pidió no ser identificado, el tiempo dirá si tiene o
no la razón.
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