Miami.- El béisbol de grandes ligas le ha
abierto las puertas a muchos venezolanos que han puesto en alto el nombre del
país con sus batazos, sus jugadas, sus pitcheos, sus decisiones como mánagers o
sus recomendaciones como coaches. Sin embargo, hay un criollo que también está
en las mayores con los Rojos de Cincinnati, sin tener un lugar en el roster, o
incluso, sin la obligación de usar spikes en el terreno, se trata de Tomás
Vera, Asistente Médico Deportivo del equipo desde hace un par de años.
Vera,
graduado de Profesor de Educación Física en la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador, tiene 22 años en el béisbol profesional, de los cuales
12 de ellos fueron con los Medias Blancas de Chicago. Es, según la propia
organización de Cincinnati, el único venezolano certificado por la Asociación
Nacional de Asistentes Médicos Deportivos.
Su historia en este mundo comenzó sin quererlo
cuando apenas duró 3 meses en la Academia Militar de Venezuela, buscando su
sueño de ser piloto de combate: “antes de eso había puesto en la planilla del
Consejo Nacional de Universidades (CNU) Educación Física, porque a mí también
me gustaban las matemáticas pero me recomendaron que pusiera una carrera fácil
para luego cambiarme, pero me quedé enganchado con la biomecánica, la medicina
deportiva y me gradué para luego hacer una especialización en prevención y
rehabilitación ósea muscular”.
Vera es también el encargado de la selección venezolana en el Clásico Mundial de Béisbol |
En 1990 obtuvo trabajo en una agencia de
publicidad encargada de hacer el mercadeo a la Liga de Verano: “te digo la
verdad, no vendí absolutamente nada… pero
estando allí conversé con la directiva de los Azucareros de La Victoria y me
dicen que no tienen preparador físico, les di el currículo y me dieron el
trabajo… ahí conocí a Enrique Brito y me ayudaron a llegar a los Tigres de Aragua como preparador
físico”. De allí pasó a Leones del Caracas por una breve estadía antes de
llegar a Petroleros de Cabimas. La Familia Finol logró que viajara a Estados
Unidos como invitado por la organización de los Cerveceros de Milwaukee,
quienes a días de finalizar el Spring Training le ofrecen un puesto dentro del
sistema de granjas.
“El problema es que para realizar estos
trabajos debes ser certificado y licenciado en este país (EEUU) y esta carrera
no existe en nuestros países, ahí consigo la traba, hago las reválidas, y los
Medias Blancas estaban buscando personal para trabajar en Venezuela, me
ofrecieron el trabajo, viajo a los entrenamientos de primavera y me pasa lo
mismo, me ofrecen el trabajo faltando una semana para la temporada”, explicó.
Investigó y se enteró que podía aceptar el
cargo siempre y cuando estuviera supervisado mientras lograba aprobar el examen
de la Asociación Médica Americana, el cual sólo se presenta si se cuentan con
mil horas de asistencia en deportes de contacto como el fútbol americano o el
hockey: “el examen consta de tres partes, el estadounidense debe presentar 2 ó
3 veces el examen… a mí me costó muchísimo, las primeras 5 veces que presenté
no lo pasé, pero, al hacerlo empecé a subir de categorías… ha sido un esfuerzo
grande y es satisfactorio decir que lo logré”, indicó.
Tras hacer carrera en Chicago pasa a
Cincinnati y es en 2010 que lo llaman al equipo grande en el mes de julio para
cumplir la meta: “duré 19 años esperando por un trabajo en Grandes Ligas y aquí
estoy”, sonrió.
Su rol en grandes ligas tiene sus
satisfacciones y tristezas. Explicó que lo más agradable es ver un jugador que
se presenta con una dolencia y que pronto está en el terreno jugando luego de
cumplir con el plan de trabajo que le diseña. También tiene sus momentos
amargos como “ver a un compañero partir, que lo dejan libre, alguien con quien
has trabajado y sabes que se ha esforzado, pero también sabes que mañana lo van
a dejar libre y no le puedes decir nada, porque tienes que guardar esa lealtad
a la organización y poner la amistad de un lado… es como mentir, pero así es
esto”, expresó.
Vera también es el encargado del
acondicionamiento físico del equipo venezolano en los dos Clásicos Mundiales
disputados hasta ahora y repetirá el año que viene. Esa experiencia le dejó
gratas anécdotas: “el Clásico es un Juego de Estrellas de un mes, estás con la
crema del beisbol de tu país. En 2006, Omar Vizquel, llegó a los entrenamientos
del equipo quebrantado, con dolor de garganta, pasaba por un estado viral, los
doctores lo ven y a las 48 horas estaba enfermo y fíjate que el mejor bateador
que tuvimos fue Vizquel… él pasó 15 días
con fiebre, en Puerto Rico, jugando de día, y él debía estar en una clínica con
suero y estuvo jugando y ese día dio los hits importantes… eso hace que me
quite el sombrero”, recordó.
Quizás el éxito de Vera radica en su
filosofía, la cual consiste en que “en el éxito tienes que trabajar, en la
suerte no tienes que hacer nada… no soy amante de la suerte, para mí ha sido un
éxito lograr lo que he logrado y lo que me falta… aún no he terminado”, señaló.
Publicado en El Universal el 7 de octubre de 2012
http://www.eluniversal.com/deportes/beisbol/121007/vera-alista-a-cincinnati
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