Miami.- La segunda mitad de temporada comenzó con el pie izquierdo para los Marlins, pues Jordan Zimmermann y los Nacionales de Washington les propinaron una nueva derrota en el primer encuentro de la serie de 4 juegos en el Marlins Park.
Esto es algo que Oswaldo Guillén y sus pupilos esperan que suceda poco, una vez pasado el receso del Juego de Estrellas, etapa en que los peces confían dejar atrás los problemas ofensivos y de pitcheo del que fueron víctimas de abril a junio.
Pero el día siguiente fue otro equipo, pese a que la ofensiva fue contenida por los Nacionales, los peces se impusieron 2-1 con destacada labor de Mark Buehrle y Steve Cishek, siendo este último el que se llevó el salvado con 28 pitcheos y 1 2/3 de labor, estrenando el cierre por comité anunciado por Guillén.
El manager aclaró que los innings finales de los Marlins se repartirán entre sus relevistas, dejándole a Heath Bell la oportunidad de recuperar su puesto, destacando que desea la mejor alternativa para el equipo en esta mitad de temporada.
Guillén fue enfático al señalar que “nuestra segunda mitad no será peor que la primera. Todos lo hicimos mal por dos meses, lo hicimos bien sólo en uno… espero que Dios nos ayude”.
La lesión del jardinero Giancarlo Stanton fue un golpe bajo para el equipo, el hombre de poder del conjunto podrá reincorporarse a la novena a comienzos de agosto, sin embargo, hay noticias buenas para los peces, pues recibieron el pasado viernes al centerfielder Emilio Bonifacio, cuyo retorno al line up era más que esperado. Guillén destacó la importancia del dominicano al señalar que “verlo en las bases da gusto, cuando se lesionó nos afectó el corrido de bases”.
Bonifacio volvió al equipo aún encabezándolo en infieldhits con 14, 6 de ellos tocando la bola hasta antes del juego del domingo.
Con Bonifacio de vuelta, Guillén sólo espera que el bate de Hanley Ramírez retome su ritmo en esta segunda mitad. El estratega reconoce que su antesalista debe mejorar su enfoque hacia el juego y al trabajo de equipo.
Quizás por ello lo ha colocado en el quinto y sexto puesto de la alineación en los dos primeros juegos de la serie contra los Nacionales de Washington: “Él busca hacer mucho para hacer lo mejor, pero se tiene que relajar y olvidarse de los demás y hacer lo que tiene que hacer, y no intentar ser el hueso fuerte de este equipo, quiero que no se meta tanta presión”, indicó Guillén, quien agregó que Ramírez no tiene el tiempo necesario en su swing, y que no ha estado 100 por ciento, “con un turno va bien y otro mal”, dijo.
Carlos Lee, traído para impulsar carreras, ha sido hasta ahora la única transacción de los peces antes de la fecha límite del 31 de julio. El panameño indicó que se siente a gusto en Miami y que el Marlins Park no es un parque para dar cuadrangulares, pero que lo lejos de la pared de los jardines le permitirá aprovechar los callejones para dar extrabases.
Guillén aseguró que tiene las piezas con las cuales puede pelear el campeonato, también indicó que desconoce si la directiva sigue buscando en el mercado.
Sin embargo, miembros de la gerencia del equipo indicaron extraoficialmente que están constantemente monitoreando el mercado, por lo que no descartan próximas incorporaciones. Probablemente estén detrás de una pieza que les ayude a subir el promedio de bateo con hombres en posición anotadora, el cual ronda los .230.
En la práctica del pasado jueves, antes de reiniciar la temporada, Guillén habló con sus jugadores, indicándoles que espera que jueguen duro y que salgan a ganar los juegos, “vamos a reírnos después de los juegos, ya tuvimos dos meses miserables, mira lo mal que hemos jugado, y ahí estamos, estamos nadando contra la corriente y seguimos nadando”.
Publicado en El Universal el 16 de julio de 2012
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