Miami.- Lesiones, mala suerte, bajones colectivos, bajo
rendimiento, nombre cualquiera y la que escoja pudiera parecer la razón
principal de la inesperada primera mitad de temporada de los Marlins de Miami.
Los dirigidos por Oswaldo Guillén, con una nómina reforzada
y una inversión de 43 millones de dólares, sólo mencionando este año en las
adquisiciones de postemporada de Carlos Zambrano, José Reyes, Heath Bell y Mark
Buehrle, son la octava mayor de las grandes ligas, sin embargo, los resultados
no reflejan el gasto hecho por la gerencia.
Los peces tienen balance de 41 ganados por 44 perdidos y se
ubican a 9 juegos de los Nacionales de Washington, quienes están en la punta.
Con Philadelphia sin sus principales piezas por lesión, a comienzos de
temporada sólo Atlanta parecía ser el equipo a vencer si el esquema de los
Marlins funcionaba, pero no fue así.
Abril fue un mes flojo, en el que Omar Infante se convirtió
en la bujía del equipo al estar sobre los .300 puntos de promedio y empujando carreras clave. El pitcheo abridor tuvo altibajos
mientras que el relevo comenzó sólido a excepción de Bell.
Mayo fue imponente, 21 ganados por 8 perdidos, Giancarlo Stanton
convirtiéndose en el azote de los lanzadores de la liga nacional motivó a la
fanaticada a volver al nuevo Marlins Park. Emilio Bonifacio estaba de líder en
bases robadas en la liga hasta que se lesionó de su dedo pulgar izquierdo a
finales de mes. Sin embargo, a finales de mayo los peces tenían cara de Serie
Mundial… hasta que se pasó la página del calendario.
Llegado junio comenzaron los problemas, le ofensiva se
enfrió, embasarse parecía una utopía para los Marlins y el pitcheo de relevo se
vino a menos, y es que lanzar todos los días con una carrera de ventaja o el
juego empatado constantemente tenía que hacer mella en la concentración de los
serpentineros. 8 victorias y 18 derrotas obligaron a la gerencia a enviar a las
menores al inicialista Gaby Sánchez a ver si retomaba su ritmo con el bate,
pero la lección duró poco y la intención de sacudir el clubhouse fue sólo eso,
una intención.
Guillén señaló que “nosotros no somos tan buenos como lo
fuimos en mayo, pero tampoco tan malos como en junio, sencillamente somos un
buen equipo jugando mal”.
En vista de la situación, los peces se fueron al mercado. La
llegada de Carlos Lee podría dar un respiro a Logan Morrison y Greg Dobbs,
quienes se encargaron de estar en los puestos centrales del line up para impulsar
carreras, el panameño llegó a Miami para aportar su experiencia en las mayores
y puede ser un factor importante en lo que resta de temporada para los peces.
Otro que va a llegar próximamente es Juan Carlos Oviedo,
otrora conocido como Leo Núñez, quien culmina su suspensión por falsificación
de identidad el próximo 22 de julio y es de anteojo, el que puede quedarse con
el puesto de cerrador.
Stanton, lidera la novena en cuadrangulares con 19 y es
tercero en toda la Liga Nacional en esta categoría, su aporte ha sido
invalorable para los Marlins, pero es una baja en estos momentos ya que fue
intervenido quirúrgicamente el pasado domingo para retirarle dos piezas de
hueso en su rodilla derecha, por lo que perderá al menos todo el mes de julio.
Heath Bell ha logrado sacarle algunas canas a Oswaldo
Guillén, desperdiciado varias oportunidades de salvar juego, y ya la paciencia
de Guillén se agotó con el cerrojo, al punto de que tras el último encuentro de
la primera mitad de temporada el mandamás anunció que ese puesto se ocupará por
comité, teniendo Steve Cishek la primera oportunidad de salvar en las primeras
oportunidades.
Bell reconoció que está en la peor primera mitad de
temporada de su carrera y que “de no haber sido por mi mal desempeño el equipo
no estaría a nueve juegos del primer lugar, sino que estaría peleando la punta”
El derecho tiene marca de 2 ganados y 5 perdidos con 6.75 de
efectividad, 32 abanicados y 20 boletos en 34 y 2/3 de labor.
“Siento que he decepcionado
a toda la organización, a mis compañeros, es que sencillamente apesto”,
dijo el derecho.
También en ese último juego antes del Juego de Estrellas, el
antesalista Hanley Ramírez tuvo que salir en el primer tercio luego de
lesionarse su mano derecha al golpear un ventilador luego de fallar un turno al
bate. Guillén se mostró muy molesto por la lesión del eje central de estos
nuevos Marlins al señalar que “estoy decepcionado, jugadores se lesionan así sin
razón, es algo muy infantil, te digo la verdad, ni le pregunté cómo se siente o
qué tan grave es la cortada, es una manera estúpida de lesionarse”.
Por lo pronto, Miami comienza la segunda mitad de la zafra
recibiendo a los punteros Nacionales de Washington en una serie de 3 juegos en
los que se podrá medir la respuesta de los fanáticos a la actuación de los
peces en la temporada 2012.
Publicado en El Universal el 13 de julio de 2012
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