Miami.- Oswaldo Guillén bromea en el terreno de juego
durante la práctica de bateo de los Marlins en la nueva casa de los peces,
saluda como siempre a algunos jugadores y técnicos del equipo rival con su
característica personalidad dicharachera y extrovertida, pero con limitaciones.
Esa misma personalidad que ha mantenido durante lo que va de
temporada, sin increpar a sus jugadores como en su época con los Medias Blancas
de Chicago y sin encarar a los umpires, diferente a sus días en la zona sur de
la ciudad de los vientos, en los que fue expulsado en 27 ocasiones como
mánager.
Pero esta semana hubo un chispazo en Miami.
En el juego del pasado martes, el segundo de la serie ante
los Cardenales de San Luis, Guillén fue enviado a las duchas por el principal
Dan Bellino tras intentar reclamar la zona de strike. Es la primera vez que el
criollo es expulsado desde que se convirtió en el mánager de los Marlins.
Probablemente esté muy cerca el momento en que Guillén drene
por completo sus inquietudes sobre el rendimiento de su equipo que se encuentra
peleando con los Phillies de Philadelphia el último lugar del Este de la
Nacional.
“Aún no es el momento correcto para molestarme porque creo
que van a reaccionar… tenemos la gente para dar la pelea, pero estamos
esperando que los muchachos demuestren su potencial, este es un gran equipo
jugando mal béisbol, y eso me da esperanzas”, dijo Guillén.
Quizás el mandamás se apoye también en algunos números
históricos del equipo.
Los picos demostrados por los peces entre mayo y junio no
son un virus sufrido esta temporada (7 ganados y 18 perdidos este mes hasta el
viernes), son un padecimiento que vienen sufriendo desde el 2010. En el mes de
mayo de los últimos 3 años, Miami suma 51 ganados y 35 perdidos con los
lanzadores teniendo una efectividad de 3.64 y la ofensiva bateando .254 de
manera colectiva. Sin embargo, en el mes de junio de ese mismo período de años,
los peces suman 22 triunfos por 56 derrotas con efectividad de 4.72 y promedio
conjunto de .243
Luego del juego en que fue expulsado, Guillén ofreció sus
disculpas a Bellino a través de los medios de comunicación, reconociendo que el
de azul estaba en lo correcto en cuanto al lanzamiento causal de la discusión.
Al día siguiente el mandamás de los Marlins disparó dardos cargados de ironía
hacia las oficinas de la Major League Baseball al señalar que “por qué MLB no
me envía una carta diciendo ´Ozzie actuaste mal con el umpire pero tras el
juego dijiste cosas buenas, gracias por disculparte y retractarte´, esa carta
aún no la he leído, la esperaré, tengo una en mi oficina que no he leído pero de
seguro dice que tengo una multa de 2 mil dólares… espero por mi carta, todas
las que me mandan son muy rudas y con muchos ceros en el frente”.
Por lo pronto los Marlins inician una gira por el centro del
país, al visitar a los Cerveceros de Milwaukee y a San Luis antes del descanso
del Juego de Estrellas, fecha en la que se espera retorne al line up el
jardinero Emilio Bonifacio, quien ha estado en la lista de incapacitados desde
el 20 de mayo y es una de las piezas claves de la debilitada ofensiva de Miami.
Publicado en El Universal el 2 de junio de 2012
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